RESEÑA: Un mundo feliz - Aldous Huxley

En el año 632 de la era Ford, la dictadura gobierna​ un mundo en el que todos los seres humanos han nacido de una probeta, pues desconocen el amor y la libertad es considerada fuente de infelicidad, hasta que aparecen John, el único hombre nacido de una mujer.

UN MUNDO FELIZ es un clásico distópico de la literatura; junto a 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, conforman una especie de “trilogía”, siendo estos tres libros las referencias por excelencia de este género. La originalidad de esta novela está en la complejidad de su mundo y en la sencillez de cómo lo da a conocer.

Un mundo feliz nos mete a una sociedad completamente controlada por su gobierno y no por medio de represión, amenazas o destrucción, sino porque todas las personas creen en ellos y en su sistema debido a que desde que les dan la vida artificialmente son condicionados para ello.

El condicionamiento de cada una de las personas comienza desde que son fetos dentro de envases de vidrios; a cada uno los exponen a diferentes sustancias para agudizar y/o limitar ciertas capacidades físicas y mentales, debido a esto son clasificados en diferentes castas de la sociedad que van desde los ALFAS,  que son los más capaces tanto intelectual como físicamente, hasta los EPSILONES que son todo lo contrario, pero la base de la sociedad es que las personas  son felices sin importar las capacidades de los demás, ya después al nacer comienzan a adoctrinarlos por medio  de un método de reproducción de mensajes que los hacen escuchar con un horario establecido y varias repeticiones.

Una de las cosas más interesantes en este libro es como están normalizadas algunas acciones que están mal visto en nuestra sociedad actual y viceversa. Un ejemplo de ellos es la infidelidad y la familia; en “un mundo feliz” es completamente normal que una persona tenga relaciones con varias y está mal visto e incluso penado el mantener una relación con una sola persona  porque esto daría paso  a los sentimientos, algo que ellos no conocen en su totalidad.

La construcción de los personajes es una completa obra maestra. Personajes tan diferentes entre sí, pero que calzan a la perfección. Un personaje en especial es el que ha llamado mi completa atención y no es que me gradara tanto, pero sin Bernard Marx, creo que la historia no hubiese tomado el rumbo que la llevo a su éxito. Este personaje es el primero en reconocer el horror del sistema en el que vive su sociedad y pero que aun así sigue hasta el final sigue estando sometido.

No quiero contar más de esta novela porque para mí es  de lectura obligatoria. Es sorprendente  como muchas de las situaciones que nos plantea la novela, ahora se puedan ver hechas realidad en muchos países alrededor del mundo. El tomar control de una sociedad proclamando amor, paz y felicidad para ocultar lo oscuro y enfermo del sistema que la rige. Es realmente sorprendente la denuncia que hace este libro a muchos sistemas políticos, el mantener a una sociedad ignorante de lo que realmente son.

Existe una clara diferencia entre esta distopía clásica y las distopías actuales. Por ejemplo, esta no nos presenta a un héroe que se revela contra el sistema y lo va a destruir, en cambio nos presenta y explica la complejidad de su sistema y todas las razones por las que la sociedad ha llegado hasta ese punto.

En conclusión, UN MUNDO FELIZ  es una novela magnífica que nos relata el vivir de una sociedad, que a nuestro entendimiento es completamente horrendo, pero que para ellos es completamente cotidiano.

“Los impulsos que están contenidos se derraman, y el derrame es pasión, es sentimientos, incluso es demencia; ello va a depender de la altura, la resistencia con que fue contenida, y la fuerza de la corriente. La corriente fluye suavemente cuando no es detenida por ningún obstáculo, descendiendo por los canales que le han sido dispuestos hasta producir un tranquilo bienestar.”

5/5